Eight people on Zoom in a virtual meeting

Richmond analizará permitir que residentes indocumentados voten en elecciones locales

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Por Mathew Miranda

El Concejo Municipal votó por unanimidad analizar cómo otorgar derecho a voto a residentes indocumentados de Richmond en las elecciones locales. El concejal Nat Bates estuvo ausente de la votación.

Los servidores públicos de Richmond revisarán los estatutos de la ciudad y la investigación proporcionada por el Instituto Othering and Belonging de UC Berkeley para determinar la legalidad de permitir que los inmigrantes indocumentados voten. Si las leyes lo permiten, se incluirá un punto en la agenda para considerar el derecho a voto.

Actualmente, solo las personas con ciudadanía estadounidense pueden votar en las elecciones estatales y federales. Pero no existe ninguna ley estatal en California que prohíba a los no ciudadanos votar en las elecciones locales. De hecho la ley estatal otorga a las jurisdicciones locales el poder de regular las elecciones de la ciudad. En 2018, San Francisco se convirtió en la primera ciudad de California en permitir que los inmigrantes indocumentados votaran en las elecciones locales, específicamente para las juntas escolares.

Docenas de oradores públicos apoyaron el martes la extensión del derecho al voto, al tiempo que expresaron su preocupación por la filtración de los datos de los votantes a los funcionarios federales de inmigración.

Ali Saidi, un abogado de inmigración de la Oficina del Defensor Público del Condado de Contra Costa, dijo que es una “preocupación entendible”, pero la interacción del gobierno no afectará los casos de inmigración. Si Richmond extendiera el derecho a voto, los residentes indocumentados probablemente tendrían que adjuntar un apéndice explicando que pueden votar localmente, dijo Saidi.

La concejal Claudia Jiménez, quien ayudó a presentar la propuesta, calificó a las comunidades de inmigrantes como una “parte integral de la ciudad”. Jiménez citó estadísticas recientes, donde se muestra que los inmigrantes representan el 25.5% de la población de Contra Costa y el 35.2% de los residentes de Richmond son nacidos en el extranjero. Además, los residentes nacidos en el extranjero representan el 31.6% de la fuerza laboral empleada en el condado.

“Tenemos una mayoría de residentes inmigrantes que no pueden participar plenamente en nuestra ciudad ni tienen el derecho de decidir quién los representa o qué iniciativa válida apoyan”, dijo Jiménez. “La voz de cada residente de Richmond debe contar en la política”.

El vicealcalde Demnlus Johnson hizo eco de sentimientos similares y dijo que los inmigrantes son miembros productivos de la comunidad que hacen contribuciones significativas. Johnson agregó que hay un número creciente de inmigrantes de África y el Caribe que enfrentan desafíos similares a los residentes latinos indocumentados.

“Queremos asegurar que este gran porcentaje de personas en la ciudad de Richmond tengan la oportunidad de tener una voz en su gobierno local”, dijo Johnson. “De eso se trata el gobierno local. Se trata de la gente”.

Stephen Menendian, director de investigación del Instituto Othering and Belonging, también habló en la reunión del martes. Dijo que los no ciudadanos han votado en las elecciones estadounidenses durante más de 150 años, desde la época de las colonias estadounidenses hasta la Primera Guerra Mundial.

“En realidad, es la norma, históricamente, permitir que los no ciudadanos voten”, dijo Menendian.

Menendian también mencionó ejemplos recientes de jurisdicciones que permiten votar a los no ciudadanos, incluidas varias ciudades de Maryland, la ciudad de Nueva York de 1968 a 2003 y la Ley de Reforma Escolar de Chicago de 1988. Sugirió investigar el enfoque de San Francisco debido a su relevancia para Richmond.

“También creemos que, ya que Richmond es una ciudad autónoma o ciudad modelo, refuerza las bases para hacer esto”, dijo Menendian.

CONCEJO DE LA CIUDAD QUITA PODER DEL ALCALDE PARA CANCELAR REUNIONES

Tras la polémica reunión de la semana pasada, el concejo votó 5-1 para eliminar la discreción del alcalde Tom Butt de cancelar las reuniones del concejo de la ciudad. Butt votó en contra de la moción. Las futuras reuniones ordinarias o extraordinarias ahora deben cancelarse con el voto de la mayoría del Ayuntamiento.

Antes de la votación, durante casi toda la discusión de 30 minutos Butt cuestionó a la abogada de la ciudad Teresa Stricker sobre temas que iban desde el desarrollo de Campus Bay hasta conversaciones privadas con miembros del concejo. En diversas ocasiones, Stricker respondió diciéndole a Butt que no podía revelar información confidencial entre abogado-cliente. Los otros miembros del concejo y la administradora de la ciudad, Laura Snideman, intentaron varias veces avanzar a los comentarios públicos y la votación, pero el alcalde no cedió y continuó haciendo preguntas a Stricker.

Después de casi 20 minutos de interrogatorio de parte de Butt, la asistente de la abogada principal de la ciudad, Heather McLaughlin, intentó, en vano, terminar la conversación.

“Estás llegando al punto en el que estás siendo abusivo”, dijo McLaughlin. “Es repetitivo, ella no puede responder las preguntas y estás creando más responsabilidad para la ciudad”.

Butt continuaría interrogando a Stricker.

La próxima reunión del Concejo Municipal será el 24 de agosto, ya que el personal de la ciudad está tomando su descanso anual.

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