Ni la Radicalización ni los Esfuerzos para Combatirla Existen en el Vacío

Emma Cardeli, miembro del equipo de Trauma y Resiliencia Comunitaria del Hospital Infantil de Boston, habla sobre su labor para reducir la radicalización acercándose a los jóvenes. (Foto por Joe Porrello)

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Nota del editor: La Conferencia Mundial para Erradicar el Odio comenzó en 2021 en respuesta al tiroteo masivo en la sinagoga Tree of Life. The CC Pulse estuvo allí por primera vez el año pasado como parte de nuestra cobertura de Detengamos el Odio.

Por Joe Porrello

PITTSBURGH – Tres panelistas de la Conferencia Mundial para Erradicar el Odio hablaron acerca de cómo cada una de sus iniciativas está tomando un enfoque diferente para reducir al mínimo la radicalización con el fin de cubrir tantas bases como sea posible.

“Cada uno de nuestros esfuerzos tiene como objetivo unirse para crear un mosaico mayor que nos permita abordar este problema con una solución integral, multidisciplinar y que abarque a toda la sociedad”, declaró Jillian Hunchak, analista de investigación del Canada Centre for Community Engagement and Prevention of Violence.

De acuerdo con la Liga Antidifamación, los incidentes terroristas de extrema derecha en Estados Unidos han aumentado más en los últimos seis años que en cualquier otro momento de su ascenso continuo a lo largo de las dos últimas décadas.

Hunchak afirma que los familiares, vecinos, compañeros de clase y amigos en ocasiones reconocen los signos de radicalización, pero a veces no saben a quién acudir, o es demasiado tarde para poder ayudar.

“Nuestra labor se enfocará en la demografía juvenil, específicamente para poder descubrir cómo detectar, comprender y responder a estas señales de advertencia”, dijo Hunchak. Añadió que los esfuerzos del centro tendrán en cuenta el contexto histórico y se basarán en las lecciones aprendidas de los fracasos y los avances en la lucha contra el extremismo violento entre los niños.

“Sabemos que hacer una lista de comportamientos preocupantes no es suficiente”, dijo Hunchak. “Estamos abordando este tema con un contexto matizado y con sensibilidad para asegurarnos que tenga éxito… así como el extremismo violento no existe en el vacío, tampoco nuestra respuesta a él”.

Y así como los tres panelistas han tendido una amplia red de prevención de la radicalización a través de sus iniciativas, también la conferencia lo ha hecho, tomando a distintos sectores denominados grupos de trabajo que combaten el odio de forma colectiva en sus ámbitos de especialización particulares.

Hunchak dice que colabora con varios grupos de trabajo para crear un enfoque de “continuidad de la atención” a los jóvenes que muestran “señales de alarma”.

Brette Steele, directora de prevención y seguridad nacional del Instituto McCain, tenía en mente continuar apoyando la campaña nacional SCREEN Hate en 2022, en colaboración con Moonshot. Esta última realizó un mapeo y análisis del odio en Internet en todo el mundo, ofreciendo al mismo tiempo herramientas y apoyo a los padres y otros adultos interesados para guiar mejor a los jóvenes que se enfrentan al extremismo violento en línea.

De acuerdo con el MCcain Institute, la campaña llegó a más de 2 millones de personas en 10 meses. El nombre, que pretende ser un recurso, es un acrónimo por sus iniciales en inglés:

  • S: Inicia una conversación con los adolescentes y jóvenes adultos de tu vida.
  • C: Crea un entorno en el que puedan sentirse cómodos.
  • R: Recuérdales que la violencia motivada por el odio no está bien.
  • E: Interactúa con ellos cuando hablen sobre juegos, videos o redes sociales.
  • E: Pide ayuda a un profesional si piensas que tu hijo está en peligro.
  • N: Nunca ignores una amenaza de violencia.

El sistema de apoyo de la campaña incluye áreas de atención tales como alfabetización mediática, capacitación de espectadores, sistemas de remisión, equipos de evaluación y gestión de amenazas, equipos de intervención y ayuda a la reinserción.

“Los proveedores con licencia clínica levantan la mano y dicen: ‘Queremos ser un recurso. Queremos ayudar’”, dijo Steele.

Emma Cardeli, psicóloga clínica investigadora asociada del equipo de Trauma y Resiliencia Comunitaria del Hospital Infantil de Boston, afirma que los profesionales tienen gran parte de la responsabilidad en la reducción del odio.

“Si y cuando es apropiado remitir a alguien a un profesional de la salud mental, es fundamental garantizar que la remisión realmente cuenta, que los proveedores tienen la confianza y la competencia para identificar, evaluar, gestionar y/o tratar el riesgo de violencia como parte de los servicios de salud mental”, dijo.

Cardeli afirma que, según su experiencia, los profesionales de la salud mental raramente reciben formación para identificar los factores de riesgo de violencia o para realizar evaluaciones en las que se tenga en cuenta ese riesgo, y a veces no se aborda como un componente básico del tratamiento.

“En las escuelas de posgrado no se hace énfasis en el trabajo con personas que son más difíciles de involucrar o resistentes a los servicios, que quizá dicen o hacen cosas que te hacen sentir incómodo, asustado o molesto, y esto conlleva profundas implicaciones para la formación de un personal de salud mental que pueda responder a las necesidades de las personas en riesgo de violencia”, dijo.

Karen L. Smith, psicoterapeuta con 25 años de experiencia, escribió en Full Living que la intolerancia puede comprometer considerablemente no solo la capacidad de los profesionales con licencia para empatizar y simpatizar con sus clientes, sino también reducir el interés de los expertos en salud para intentarlo.

Según Cardeli, los propios sistemas de salud también establecen limitaciones.

“A los profesionales de la salud mental que trabajan en servicios de urgencias se les suele pedir que sus evaluaciones se enfoquen muy, muy estrechamente en determinar si alguien necesita o no ser hospitalizado en ese momento, y no en un plan integral de gestión de riesgos o en establecer un conjunto de servicios basados en la comunidad que ayuden a prevenir un acto de violencia en un mes”, dijo.

Los clientes de ideologías extremistas cuentan ahora con asesoramiento mejor equipado para ayudarles a desvincularse de la radicalización o evitar que se radicalicen en primer lugar, a través de iniciativas como las de cada uno de los panelistas.

 Este recurso cuenta con el apoyo total o parcial de fondos proporcionados por el Estado de California, administrados por la Biblioteca Estatal de California en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de California sobre Asuntos de Asiáticos e Isleños del Pacífico como parte del programa Detengamos el Odio. Para denunciar un incidente de odio o un delito de odio y obtener apoyo, visita CA vs Hate.

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